miércoles, 9 de septiembre de 2009

De ovejas y rojos

Ante la más absoluta indiferencia del IPYS (parece que sólo le interesan las conferencias internacionales, especular filosóficamente entre ellos, los viajes y devorar caviar), la cuasi extinta FPP, las ONG de DD.HH., las facultades de periodismo, los "opinólogos", la perjudicada Magaly Medina y el 99.9% de colegas, ayer se debatió la despenalización de los delitos de opinión, propuesta presentada por Javier Valle-Riestra.

Como era de esperar, la mayoría de políticos presentes (Raúl Castro, Vitocho, Aldo Estrada) no mostraron muchas simpatías por el tema, estuvieron ambiguos o se dedicaron a fregar al APRA, aprovechando el resbalón pasado de Cabanillas y Varguitas con la felizmente fallida "Ley Mordaza". Es que como dicen los japoneses, "los políticos son como los perros: funcionan a periodicazos", y no les suele agradar mucho la prensa.

Pero quien realmente se reveló como el comunista totalitario que fue toda la vida (durante largos años integró el moscovita PCP-Unidad) fue el humalista Víctor Mayorga, quien prácticamente alegó que este proyecto dejaba a los políticos a merced de la prensa. O sea, "mientras más controlemos a la prensa, menos incomodidades sufriremos los políticos. Mientras más amenazas y menos prensa, más otoronguismo". Es que no sólo a los comunistas, tan similares a sus hermanos los fascistas, les gusta capar a los medios, sino que este caballero aún no aclara un informe que sacamos sobre unos contratos en el Cusco que habían beneficiado a un afortunado hijo suyo. Por lo visto, no le gusta la fiscalización. Tampoco le agradan las críticas durante la etapa electoral, como lo dijo ayer, y por eso esgrime el garrote de la prisión.

Es que los comunistas fueron los que más gente oprimieron y asesinaron durante el siglo XX. El fascismo tiene más roche que los rojos porque el nazismo mató industrialmente a millones de seres por abyectos motivos racistas, pero entre los criminales Lenin, Stalin y Mao masacraron a muchos más millones de personas, junto a entusiastas colaboradores menores como ese falso valor del Che Guevara (el carnicero del paredón, que firmó centenares de sentencias de muerte). Lamentablemente, siempre ha habido un inexplicable doble rasero para no sacarle en cara esto a los rojos (que son tan despreciables como los camisas pardas y negras fascistas) porque éstos se han cubierto con la coartada de lo social y de esa seudociencia palabrera del marxismo, que más tiene de religión (la hoz y el martillo = la cruz; Moscú = el Vaticano; Partido Comunista = Iglesia; Politburó = Cardenales; El Capital = la Biblia; Lenin = San Pedro; Mao = San Pablo; Stalin = Torquemada; Marx = el Profeta; El Manifiesto Comunista = El Credo; la dictadura del proletariado = el Paraíso; el capitalismo = el Infierno; KGB = la Inquisición; etc.).

Se me retrucará que mi abuelo fue comunista. Efectivamente, pero murió muy joven, en 1930, y desconoció la mayor parte de estos horrores. Seguramente hubiera cambiado radicalmente con los años. No había CNN que informase sobre las atrocidades de la Revolución Rusa y primaba el entusiasmo de un "nuevo amanecer" igualitario para la Humanidad. Tampoco viajó a la Rusia soviética, pues el nacimiento de mi "amado" tío Sandro en 1921 le impidió ir allá y regresar tan desilusionado del rojerío como Haya.

Respeto su inmenso intelecto, pero creo que mi abuelo era un iluso romántico, aislado en su escritorio cual torre de marfil, que alucinó ver un germen del socialismo en la comunidad indígena (por eso lo siento más cercano al maoísmo), que redujo todo el problema del indio a la tenencia de la tierra y que se metió a dar recetas sobre el Perú profundo sin conocerlo (casi nunca salió de Lima. ¡Muchísimo más conocía Europa que la Sierra!).

2 comentarios:

  1. ¡Pobre Aldo Mariátegui! ¿Alguien le tomará en serio sus "profundos" análisis, sus "sesudas" generalizaciones y sus apreciaciones basadas en el empirismo sobre la obra de su abuelo, el ilustre JCM, todas cargadas de su acostumbrada bilis. Es más acomplejado que Alvarito...

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  2. Es bueno conocer esa faceta de JCM que hablando honestamente desconocíamos...gracias Aldo...!

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