martes, 8 de septiembre de 2009

Sin cárcel

Hoy en la Comisión de Constitución se debate el proyecto del tribuno Javier Valle-Riestra para despenalizar los llamados delitos contra el honor (difamación, injuria y calumnia) y eliminar la bárbara figura de carcelería en el primero de éstos, trasladando este tipo de inconductas del fuero penal al civil (ojo con no hacer de nuevo automáticamente terceras civilmente responsables a las empresas de prensa), tal como recientemente se ha dado en México y Uruguay. Sería una magnífica ocasión para que Meche Cabanillas se redima de su metida de pata anterior al priorizar un "proyecto mordaza" y se reconcilie de una buena vez con la prensa para olvidar su pataleta.

En realidad, lo ideal sería que simplemente se elimine la pena de cárcel en difamación, que es donde únicamente existe esta sanción, asimilándola a injuria y calumnia, que sólo se sancionan con multas y trabajos comunitarios. Como se recordará, la periodista española Isabel Rábago -aquella que nos visitó por todos estos dimes y diretes con Magaly Medina- precisó que en la península ibérica no se contempla la cárcel en estos casos y sólo se aplican multas. Es que uno a veces conversa sobre este tema con colegas extranjeros del Primer Mundo y les parece prehistórico que puedas ir preso por algo que al fin y al cabo puede resultar muy subjetivo de calibrar, siendo la libertad el último bien supremo del cual la justicia te puede privar por motivos punitivos. Confieso que me dio vergüenza ajena observar cómo encarcelaban a Magaly porque sentí que vivía en un país cavernario (también experimenté lo mismo ante el silencio o la aprobación de otros colegas a este evidente exceso), cuando eso no debió pasar de una sanción pecuniaria o de mandarla a limpiar el Zanjón con un uniforme de color llamativo.

- Creo que el intelectualoide ese de Jorge "Lacan" Bruce tiene serios problemas para entender lo que lee, al igual que el inefable AAR y otros caviares por allí. En ningún momento se ha propugnado que se tire napalm (o bombas) alegremente para achicharrar todo el VRAE, sino que sólo se utilice en casos de hostigamiento o emboscadas a tropas nuestras atrapadas o cuando se haya detectado fehacientemente a alguna columna senderista en movimiento. No sólo se trata de ganar esta guerra, sino de evitar que ella nos cueste más vidas valiosas de nuestras filas militares. Nuestras FF.AA. podrán seguir boxeando con un solo brazo y seguramente ganar, pero eso nos va a significar ver más ataúdes con la bandera peruana (¡y denle gracias a Dios que los senderistas no tienen morteros!), algo que a Bruce parece que le importa un pepino con tal de salvaguardar la integridad y los DD.HH. de los senderistas. Parece que cree que éstos se rendirán con "más presencia del Estado y obras". ¡Pamplinas! Por eso ya se está estudiando usar los bombarderos A-37 (Dragonfly o "SuperTweet"), algo que hace rato se debió planificar. Me sorprende la poca atención que se ha dado al arma aérea en esta campaña, desde la falta de helicópteros adecuados hasta no haber pensado en usar hasta ahora los A-37. Los caviares piden obras, alianzas con la población local y presencia del Estado para tranquilizar al VRAE. Todo muy razonable, pero eso no se puede lograr si no hay seguridad primero. A los gringos les costó mucho entender eso en Iraq hasta que llegó el general David Petraeus.

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