lunes, 14 de septiembre de 2009

¿A la derecha?

A partir de las próximas elecciones presidenciales uruguayas del 25 de octubre, que serán casi inmediatamente seguidas por los comicios chilenos del 13 de diciembre, es que se avizorará si el péndulo latinoamericano se va a mover hacia la derecha tras diez años de izquierdismo moderado y chavista (sólo nosotros y la Colombia uribista hemos sido la excepción), lo que tal vez ya haya sido preanunciado con la victoria electoral diestra de Martinelli en la casi sudamericana Panamá.

Cierto de que antes de Chile vamos a tener las elecciones bolivianas el 6 de diciembre, pero aquí el peso demográfico de la gigantesca barriada población de El Alto es determinante (es como que aquí Puno tuviera diez millones de electores) y es casi seguro de que Evo repetirá el plato. Además, si bien la oposición boliviana ha sido muy efectiva a nivel parlamentario y regional, no ha surgido una figura opositora efectiva. Para empeorar las cosas, la oposición se ha dividido en las candidaturas de Manfred Reyes y Samuel Doria Medina, así que ya que uno de ellos logre forzar una segunda vuelta será ya bastante hazaña.

Tras Uruguay y Chile seguirá el sufragio colombiano en mayo del 2010, donde aún no se sabe si Uribe tentará su segunda reelección. Me huele que no va intentar esta locura y lo que está haciendo es jugar a la ambigüedad para no perder poder y que se le considere un presidente de salida, la famosa figura del "lame duck" (pato cojo), que grafica a un mandatario débil. Creo que al final va a optar por apoyar a su incondicional ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos. Al Perú le conviene que el uribismo siga en el poder, ya que es el único aliado firme que tenemos en este vecindario.

Pero el plato fuerte se dará en octubre del 2010, donde la oposición brasileña de derecha tiene a su candidato José Serra como el favorito para desbancar al Partido de los Trabajadores. Eso nos favorecería también, pues la derecha brasileña es bastante arisca a Chávez y no andaría coqueteando con él como lo hace Lula, que hace de la amiga de todos en el barrio. En cuanto a Argentina, allá aún se ven lejanas las elecciones de octubre del 2011, pero si se perfila que la próxima administración (¿Reutemann? ¿Cobos?) se inclinará más a la derecha y se alejará de Chávez.

Pero volvamos a Uruguay. Tal como Chile, la derecha tiene opción, pero muy ajustada y de definición al centímetro en la segunda vuelta. La derecha va con el ex presidente Lacalle (del histórico Partido Nacional o "Blanco") frente a Pepe Mujica, representante del oficialismo izquierdista y veterano ex guerrillero tupamaro. El otrora todopoderoso Partido Colorado es una sombra de lo que fue y su candidato Pedro Bordaberry no sólo es demasiado derechista, sino que además lleva la carga de ser hijo del ex dictador Juan María, un hombre poco querido allá. Lo curioso es que su vicepresidente es Hugo de León, un recio futbolista que jugó contra Perú (un defensa que usaba barba) en las eliminatorias de 1982.

Mujica es astuto, directo, campechano y simplón, incluso hasta algo impresentable de aspecto para quienes lo ven por primera vez. Bastante más rojillo que el actual mandatario Tabaré Vázquez, es de presumir que tendría más ardientes relaciones con Chávez que éste. Lacalle tuvo una anterior Presidencia turbulenta, donde buscó implantar infructuosamente un modelo liberal en un país de mentalidad muy estatista.

Si Mujica no gana en primera vuelta, entonces veríamos una segunda vuelta con final de fotografía hípica.

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