martes, 8 de septiembre de 2009

¿El post PPC?

El cada vez más aparente retiro de Lourdes Flores de la carrera presidencial del 2011 coloca al PPC en la lista roja de especies en peligro de extinción tras casi 43 años de su fundación (18-12-66) como la escisión moderada (facción Bedoya) de una Democracia Cristiana (facción Cornejo Chávez) que cada vez más se desviaba hacia posiciones muy izquierdistas (por eso no debe sorprender que la DC haya terminado siendo años después uno de los principales aliados de la dictadura velasquista).

Es que Lourdes ha tenido una importancia tremenda en este partido. Ella ha sido la única que ha logrado duplicar las votaciones que anteriormente logró Bedoya. Mientras que el líder chalaco jamás pasó del 10% (su mejor resultado fue en la Asamblea Constituyente de 1978, donde se logró el 24% ante la ausencia del belaundismo en esos comicios), Lourdes llegó a rozar la Presidencia dos veces, alcanzando cerca del 25% en dos primeras vueltas, aunque cabe remarcar que sus listas parlamentarias obtuvieron sólo el 15% en las elecciones del 2001 y 2006, lo que indica que ella siempre fue mucho más que el partido, que ella vale unos 10 puntos más por encima de éste.

Pero este 15% congresal se sacó gracias a que Lourdes fue la locomotora del PPC. Sin ella en una plancha electoral, no creo que los pepecistas saquen un mejor resultado que el ahora casi extinto Acción Popular, cuyo candidato Valentín Paniagua apenas obtuvo un decepcionante 5% (frustrando neciamente las posibilidades de Lourdes al restarle preciosos votos que la hubieran colocado en segunda vuelta. ¡Jugó para el APRA!) en las últimas elecciones del 2006, donde AP con las justas metió cuatro congresistas propios (Vitocho, Sasieta, Lescano y Peña, que fue reemplazado por Foinquinos a su muerte). Ojo que en estas elecciones del 2011 sube la valla electoral del 4% al 5% para acceder al Congreso, lo que seguramente sellará el fin parlamentario de AP y muy posiblemente del PPC.

¿Qué pueden hacer los pepecistas sin Lourdes? Al no tener un candidato propio que goce de su popularidad (no creo que ninguno se acerque remotamente al 11% que muestra ella actualmente en los sondeos), tendrían éstos que ir en alguna alianza. Si uno revisa a los posibles candidatos, ésta tendría que ser con Castañeda o Toledo.

Con respecto al primero, ya hemos visto lo malas que han sido las relaciones congresales entre Solidaridad y el PPC. Además, no está claro que una alianza con el PPC le sume votos valiosos a Castañeda y más bien podría sucederle como a Vargas Llosa en 1990, pues hay sumas que restan en nuestra política. Tal vez le convenga más ir solo o jalarse como independientes a algunos de los actuales congresistas pepecistas que poseen un caudal electoral por perfil propio y no son parte entusiasta del aparato partidario, como Lourdes Alcorta o Gaby Pérez del Solar. Claro que no se puede negar que los pepecistas tienen ciertos cuadros congresales experimentados (Javier Bedoya, Eguren, Florián, Castro) que podrían reforzar una lista poco fogueada, pero tal vez sus agendas políticas no coincidan con las castañedistas. Y no es que el PPC tenga grandes recursos económicos propios para aportar a la campaña de Castañeda.

Por eso tal vez sea más factible que se alíen con Toledo (cuyos congresistas anteriores fueron casi todos una vergüenza), aunque le podrían quitar sus pretensiones a éste de pasar por el centroizquierdista de la campaña.

Como se ve, al PPC se le complica todo sin Lourdes.

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