jueves, 10 de septiembre de 2009

Nace el eje París-Brasilia

Esa gigantesca compra de armas (US$14 mil millones. Son 36 cazas, 50 helicópteros, un submarino nuclear, cuatro submarinos Scorpene y algo más) que Brasil le acaba de hacer a Francia me hace recordar aquellas épocas del corrupto y brillante Nixon, cuando éste y Kissinger decían que "Sudamérica debería seguir a Brasil, el gendarme del área", mientras que los rojos hablaban del "subimperialismo brasileño".

La única diferencia es que Brasilia no está ahora con Washington sino con París. ¡Construir juntos un submarino nuclear no es poca cosa! De otro lado, Venezuela no cesa de comprarle armas a Rusia y Colombia se llena de bases gringas.

Brasil casado con Francia, Venezuela con Rusia, Colombia con EE.UU. Y Chile con su eterno amigo Inglaterra (a pesar de que los ingleses maltrataron a su aliado Pinochet). Y todos armados hasta los dientes.

¿Y nosotros, qué? ¿Quién va a ser nuestra "potencia padrino" para no quedarnos solos? ¿Quién reemplazará el rol que jugó en cierta forma Japón bajo el fujimorismo? ¿EE.UU.? ¿Brasil? ¿China? ¿Se consolidará el eje Lima-Bogotá y eso permitirá un mayor apoyo yanqui (algo tal vez más factible con los republicanos en el poder)? ¿O Lima-Brasilia? ¿O Lima-Pekín? Hay que comenzar a pensar seriamente en esto.

- Muchos lectores me comentan: "Los congresistas no son ángeles y sí seres humanos, con miserias como todos"; "sólo reflejan lo que es el país"; "la culpa es de los que los eligieron"; "el pésimo sistema electoral genera esto"; "los partidos meten a cualquiera en sus listas"; "es que el voto preferencial es muy nocivo"; "tal vez la asistenta es la que miente porque también se le ve algo 'coca-cola' como la otra"; "¡quién no mete alguna vez un carajo en el trabajo!"; "ser congresista ya perdió todo status y nadie de valía quiere meterse allí"; "nunca votan por los inteligentes"; "salvo el APRA, no hay partidos"; "la elección de Susy Díaz lo trajo abajo"; "tú no sabes si la mujer es una exaltada mentirosa y lo apuñaló por gusto"; "eso nunca ha servido para nada"; etc...

De acuerdo, pero convengamos en que estos escandaletes pasan demasiado seguido en nuestro Congreso. No sé si existe alguna solución o si simplemente debemos resignarnos a que el Legislativo no va a dejar de ser un circo improductivo y decidir permanecer indiferentes cada vez que salta un frecuente esperpento de éstos.

Pero como bien señaló recientemente Semana Económica, tampoco es muy normal que el Ejecutivo no deje de ser cada vez más preponderante en cada gobierno frente a un Congreso que a su vez no cesa de empequeñecer en importancia por sus escándalos y mediocridades, lo que se refleja en que esta segunda administración aprista ya lleva emitidos casi 250 decretos de urgencia, casi cuatro veces más que con Toledo. Prácticamente se está gobernando por decreto, aparte de por continuas delegaciones de facultades del Legislativo al Ejecutivo.

Algunos cínicos me dicen que es mejor que sea así, que un Congreso activista lo único que hace es fregar. Otros alegan que la nueva representatividad popular, aquella que va a crecer en el futuro, es la regional.

En fin, parece ser que no queda más que resignarse por el momento a que estamos condenados a asociar las palabras "Congreso" y "carcajada".

Total, los cómicos no hacen daño y nos hacen reír por lo menos.

¡Pedirle a la asistenta congresal que le lave los pies! ¡Ja,ja,ja! Ríanse, que no queda otra...

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