viernes, 10 de abril de 2009

Bodas de plata

Publicado el 08 de Abril de 2009

Pensé que a Fujimori le iban a poner 20 años, pero terminaron imponiéndole unas bodas de plata penales: nada menos que 25 años. 


No voy a derramar una lágrima por Fujimori. Hizo de la mentira su 

medio de comunicación. Permitió que las FF.AA. se perviertan hasta el tuétano. Toleró el robo. Usó y desechó a la gente sin escrúpulos. Nos espió a fondo, invadiendo nuestra intimidad. Fue muy abusivo, llegando a extremos de prepotencia, como con Ivcher, al que no sólo le quitó su canal sino incluso la nacionalidad (como Velasco a DOrnellas). 

Todo lo muy bueno que hizo durante su primer gobierno lo deshizo en su nefasta segunda administración (salvo la toma de la residencia del embajador japonés y el cierre de la paz con Ecuador); donde se frenaron todas las reformas económicas pendientes; se permitió que una mafia organizada por su rufián asesor se dedicara a saquear sistemáticamente al Estado, se expandió la corrupción como la manera normal de hacer política y negocios, se destruyeron honras por mero cálculo político, se depravó al periodismo, se manipuló groseramente al Poder Judicial, se deshizo al TC y al Ministerio Público, se subastó al Congreso y se buscó una perniciosa reelección en el Ejecutivo. 

Y aún subleva acordarse de gestos extremadamente indignos, como su renuncia por fax, su candidatura al senado japonés y sus guiñadas de ojo a Montesinos al verse ambos durante este juicio. No, no, para nada Fujimori es defendible. Es un arcaísmo del cual deberíamos ya olvidarnos, que encima fue tan estúpido o soberbio de dejar su santuario nipón para meterse solito en la cárcel, confiando en el "amigo chileno", al que tanto protegió durante su mandato… 

Pero la sentencia me ha dejado la impresión de ser muy exagerada, como redactada directamente desde una ONG caviar para impactar en la prensa internacional "progre", tipo Le Monde, The Guardian o El País. Al Cojo Mame casi lo sueltan la semana pasada y a Fujimori le clavan un cuarto de siglo sólo por una alambicada teoría penal y sin mayores pruebas (en los otros casos sí que está muy embarrado). Uno lee en Muerte en el Pentagonito de Ricardo Uceda y en El crimen de La Cantuta de Efraín Rúa que fue Martin Rivas quien a última hora cambia las órdenes de detención en La Cantuta, dadas por el coronel Navarro, disponiendo la ejecución (ver páginas 324 y 327 y página 12, respectivamente). Fujimori no tenía por qué estar necesariamente al tanto de esa variación, como tampoco tenía que estar enterado de que habían raptado a Gorriti, tan odiado por Montesinos, y Dyer. Más bien lo que se observa es un continuo encubrimiento posterior. En fin. 

Esa sensación de exceso legal la he sentido hoy en gente de toda condición. Muchos te comentan que Fujimori era un bribón, pero que a los jueces se les ha pasado la mano. ¿O es el carácter perdonavidas nacional? Lo preocupante es que posiblemente todo esto pueda catapultar al fujimorismo de nuevo al poder en el 2011. O tal vez solamente al comienzo la gente tenga esta simpatía, para luego simplemente olvidarse. Los dos años que restan de aquí al 2011 son una eternidad en política. 

El que sí me intriga es Nakazaki. Toda su estrategia me ha parecido muy deficiente para tanta fama. Por ejemplo, aún no me explico cómo no recusó a San Martín en este caso clave, dado que éste estuvo 12 años fuera del PJ tras haber sido expulsado por Fujimori, tiempo en que trabajó con el abogado Ugaz, de corazoncito muy cercano a los grupos caviares. 

Era muy probable que San Martín se mostrara muy sesgado en contra de su cliente por ese atropello (y por esas influencias laborales) y tal vez eso pesó mucho en esta condena tan draconiana. Sólo Dios lo sabe.

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