miércoles, 22 de abril de 2009

Bájenle al diesel y a la 90

Interesantes estos debates sobre si se debe levantar la intangibilidad de la CTS al 100%, eliminar las deducciones por AFP y Seguridad Social de las gratificaciones o subir el ingreso mínimo vital para estimular el consumo. 

A ningún "planillero" le cae mal que alguna de estas iniciativas se adopten, pero todas son inútiles en términos macros. Ninguna de ellas o todas juntas va a mover gran cosa nuestra economía simplemente porque poco menos del 10% de los trabajadores están en planilla formalmente. La gran mayoría labora por su cuenta, son informales o cobran por cuarta categoría. Es que vivimos en un mundo de ficción, con leyes laborales francesas o suecas para un pobre país tercermundista. Sólo los políticos, los laboralistas (que son la peor clase de abogados de los que existen, salvo contadísimas excepciones) y los sindicalistas viven en este paraíso artificial y por eso dan, exigen o apoyan normas idiotas, irreales, que nadie cumple y que tan sólo sirven para ahondar el subempleo y la informalidad. Nadie quiere reconocer que el sistema laboral peruano es un desastre, que el hecho de que tan sólo el 10% esté en planilla revela su fracaso descomunal, que está hiper-regulado. Basta con que salga Huamán y diga sus barbaridades de siempre para que todos se callen. Algo se ha querido hacer con la Ley de las MYPE, pero el gobierno no la ha impulsado ni reglamentado adecuadamente. ¡Si para mayor ironía se violarían casi todas en un medio dirigido por un señor comunista que se reclama heredero del sindicalismo nacional! No le pagarían a la gente, la tendrían en cuarta categoría, no habría gratificaciones, etc., como denuncian los propios empleados... Así son estos rojos. 

Lo de permitir que la CTS se use para consumo en lugar de paracaídas para el desempleo es como comerte el salvavidas antes de que se hunda el barco. Ya Joy Way lo hizo en 1999, con ínfimos resultados. Eliminar las deducciones a las gratificaciones debería ser permanente, por ser de justicia, como también el impuesto a la renta. ¿Por qué voy a pagar AFP, salud e impuestos dos veces en un mes? ¿Acaso soy dos personas a la vez, van a ir dos Aldos Mariáteguis a EsSalud o se van a jubilar dos? Pero ya sabemos, eterna excusa, que la caja fiscal se resentiría mucho. Y es estúpido pedirles a los empresarios que suban el mínimo justo cuando se les están cayendo las ganancias por el frenazo. Subes el mínimo y lo que vas a incentivar es que se despida gente para ahorrar costos. 

Lo ideal es que el gobierno rebaje impuestos, dado que son unos inútiles para gastar en obras. Pero aquí la excusa es que rebajar el impuesto a la renta beneficia a unos pocos y se corre el riesgo de que una medida transitoria se vuelva permanente, perforando al fisco. Y se afirma, erróneamente, que la gente ahorraría este margen en vez de consumirlo. Las últimas dos razones también se aducen del IGV. 

¿Saben cuál es la solución entonces? Eliminar los impuestos al rodaje y selectivos al diesel y la gasolina de 90 octanos, dejándoles sólo el IGV. Ambos son los combustibles más consumidos (además que la sucia 84 es un desastre para los motores que hay que eliminar) y el diesel pesa mucho a nivel manufacturero, eléctrico, de transporte de pasajeros y fletes. Ese sí sería un "shot" interesante a la vena del consumo de TODOS los peruanos y no sólo de los que están en nómina. Eso es ponerle dinero en el bolsillo a todos.

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