martes, 4 de febrero de 2014

AVQ entre cucufatos y rojicaviares


Es gracioso que la satanización y persecución a ese método tan válido de control de natalidad que son las ligaduras, la iniciaran católicos ultra conservadores como el premier toledista Solari y su ministro de Salud Carbone (que hablaba muy gracioso por lo afectado), quienes –junto con el inolvidable congresista cucucafatazo Chávez Chuchón– se dedicaron a sabotear todas las políticas estatales de control de natalidad, como la distribución publica de “píldoras del día siguiente”.


Los rojos y caviares estuvieron mudos al comienzo con las ligaduras porque la ONG Manuela Ramos y varias más estaban metidas en el tema junto con su papá USAID, ese gran financista yanqui del circuito de ONG rojicaviares. Recién se inmiscuyeron cuando se dieron cuenta de que esto podía afectar al fujimorismo (¡es perfecto!, tiene esa vena trágica y tan manipulable para lloriquear “genocidio”, “atropello a la mujer como madre” y “racismo”, y así la linda Patty del Río escriba una de sus tan emotivas columnas o las payasas esas hagan ese show sangriento callejero en las últimas elecciones) y de que era otro buen negocio para ir donde la aliada CIDH y tener un tema más para cobrarle emolumentos a sus financistas extranjeros. Y mienten siempre, como cuando afirman que todo el programa se hacía en ferias, pero eso solo fue 9% (el 91% fue en hospitales públicos, donde a nadie lo llevan a la fuerza con tanta gente presente) o cuando lo ‘inflan’ en varios miles más al sumarle las ligaduras gratuitas –ajenas al programa– de los hospitales castrenses y policiales. Y ponen a la denunciante yanqui ONG WOLA como “muy importante”. ¡Si con WOLA no pesa nada en Washington, es un kiosquito, nadie les para bola a las hippies gringas Coletta Youngers y Jo-Marie Burt, tan infladas aquí por La República!

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