El juez César San Martín estuvo locuaz este viernes en un programa radial de la caviar ONG IDL
(la de Ernie). Entre ligerezas soltadas, dos destacaron por su, digamos
generosamente, candidez. En la primera aseguró que los e-mails –esos
que revelan sus “consultas” con juristas españoles antes de condenar a
Fujimori– estaban adulterados en varias partes. ¡Esto lo aseveró en base
a peritajes a fotocopias, jua, jua, jua! Pero asumamos que sí las hubo
(porque él no niega que sí existió ese intercambio español)… ¡Entonces,
lo lógico es que San Martín muestre sus e-mails originales para
mostrarles al CNM y a los peruanos dónde están
esas adulteraciones y qué cosa trató de verdad con Alicante! ¡Eso es lo
que debió exigirle su tan complaciente entrevistador Glatzer (¡sí, así
se llama el pobre!) Tuesta! Si está tan seguro de su recto proceder, que
pongan entonces esos e-mails a disposición pública. ¿O tiene algo que
ocultar? Y a ver si el nuevo presidente del CNM
Pablo Talavera, gran amigo suyo, hace algo tan elemental en su pesquisa
como solicitarle esos e-mails originales. ¡Les apuesto a que no lo
hará!
La segunda declaración cándida de San Martín
fue confirmar la existencia de esa “red” (¡así la llamó él mismo!)
caviar que le protege, y que lamentablemente manda en el país, al
sostener que “si uno hace un análisis politológico ve que esta es una
campaña, una ola. Requiere no solo una defensa personal, y esta vez se
equivocaron, pensaron que uno era manco, o que uno estaba aislado.
Lamentablemente para ellos, tengo de parte una gran red de personas, de
miembros del Poder Judicial y Sociedad Civil, y que estoy continuamente
apoyado e informado”. O sea, San Martín nos confirmó que una gran parte
de ONG y jueces actúa coordinadamente en lo “polítológico”, tal como una “red”…