Este 28 de mayo se va a iniciar un capítulo importantísimo en la educación peruana con el cierre de inscripciones para los exámenes de la Carrera Pública Magisterial (CPM). Son 20 mil plazas anuales con mucho mejores sueldos para todos aquellos que accedan tras sacar 14 como nota mínima (un profesor de 40 horas del nivel I pasará automáticamente de S/.1,285 a S/.2,073 sólo por ingresar. Uno similar del nivel V ganará S/.4 mil, mucho más que los S/.1,300 que percibe ahora), con la idea de que en unos años TODOS los maestros ya estén bajo este régimen.
Es que, como ya lo demostró el informe mundial de McKinsey, lo fundamental para una buena educación es tener buenos profesores, de lejos el factor más importante. Aquí se tuvo antes buena voluntad, pero malos diagnósticos: Velasco pensó que era básicamente un tema de currículo, Fujimori de infraestructura y Toledo de ingresos. Incluso ahora la caviarada sigue dando palos de ciego vendiendo ese documento "progre" titulado Proyecto Educativo Nacional (PEN) como la panacea, hecho por un montón de personas y donde se metió de todo para satisfacer el ego de cada una de ellas. Lo he leído y no es más que una larga, hermosa y palabrera lista de lavandería, de buenos propósitos y que no te dice CÓMO llegar a los fines que busca. ¡Es pura poesía! En cambio, la CPM es un primer paso mucho más realista y concreto, sin negar que hacen falta más acciones complementarias y sistémicas.
Lamentablemente, ese estúpido factor retardatario llamado Sutep le anda metiendo miedo a los profesores, sobre todo en provincias, para sabotear la CPM, soltando cuentos absurdos como que después van a despedir a aquellos que ingresen a la CPM (¡o sea, se ha montado un examen para botar a los mejores!) o que van a echar a los maestros del régimen común que intenten entrar a la CPM y no aprueben el examen (nada que ver, no pasa nada). Confunden adrede el proceso de nombramientos directos a la CPM del año pasado con el examen actual, que aquí se paga por "hora cronológica" cuando en verdad es por "hora pedagógica", que nadie va a llegar al nivel V, que los directores perderán sus chambas actuales si entran a la CPM (al contrario... ¡Van a ganar más en el mismo puesto!), que el programa no está financiado en el presupuesto, que se pierden las jubilaciones del régimen normal si uno se cambia a la CPM y mil mentiras más... Eso desnuda lo nocivo que es este Sutep de Patria Roja para nuestra sociedad, al que lo que le interesa es que todo siga siendo un desastre para ellos poder medrar y mangonear.
La verdad es que aquel maestro que sea tan tonto de creerles y de por lo menos no tentar ingresar a la CPM en este examen, se merece seguir siendo un profesional mal pagado y sin status por cobarde e idiota, por prestarse a ser parte del rebaño arriado por Patria Roja. Cada uno es dueño de su destino y si quieren quedarse en su rinconcito mediocre, pues allá ellos. Por lo general, cada uno tiene lo que se merece en la vida y el mundo es de los aventados, de los osados, de los ambiciosos, de los emprendedores, de los que tienen cojones, para ser más directo. No lo es de los corderos a los que otros manejan. Insto a los profesores que me están leyendo a que se presenten a la CPM y cambien su vida (y la de sus alumnos). Intentemos todos ser mejores.
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