viernes, 15 de noviembre de 2013

Sirvientes de Brasil


Curioso nacionalismo es el peruano (sobre todo el izquierdista y el socialconfuso de los tuiteritos). Mucha loa a Miguel Grau, el pisco sour y la gastronomía local, acompañado con un antichilenismo estridente, pero todos calladitos cuando nuestro también vecino Brasil –el país que históricamente nos ha quitado mucho más territorio.


¡Muchísimo más que Chile!– mete sus narices y desequilibra, en un grosero intervencionismo, nuestras elecciones generales y municipales con plata y asesores de imagen. ¡Con el mayor descaro mandan dos veces, desde Brasilia, a un asesor como Luis Favre, tan vinculado al partido de gobierno carioca, y los nacionalistas, junto con la patética izquierda criolla, enmudecen! ¡Son unos sirvientes de Brasil!

Hablando de mis amados zurdos, leo que el grupo aranista TyD le ha cedido al Frente Amplio, esa carpa de circo que cobija a nuestros rojos, su inscripción en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para lograr “la unidad”. Una criollada por donde se le vea, porque aquel que firmó por determinado partido no lo hizo para que este terminara cediendo su firma a un tercero. No es ilegal, pero sí poco ético. Como también aquello que ocurrió hace poco en la comuna limeña con ese gerente general de quien varios familiares terminaron haciendo consultorías al límite del rango exigido para licitarlas. Susana Villarán se llenaba la boca con que era la “conciencia nacional” de la ética y la moral, pero hasta ahora no le pide su renuncia a este caballero. Como también no es muy ético irte a Uruguay y soltar el cuento de que fuiste un “refugiado” allá en los 80, como hace muy poco aseguró Villarán cuando fue a Montevideo para lo que más le gusta: recibir y dar medallitas.

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