miércoles, 20 de mayo de 2009

El ayatola Cornejo

El Congreso cometería un inmenso error si aprueba hoy la vuelta de la muy impopular bicameralidad. La gente no quiere eso.

- Estas nuevas disposiciones para mejorar el tráfico me parecen la receta segura para un fracaso. Si diseñas una ley absurda que no se va a cumplir, pues te irá mal. Casi como un principio de Peter. Unas multas tan altas no van a ser disuasivas sino inútiles. Ese esquema ya lo quiso aplicar Barrantes en 1986 y no funcionó. ¿De dónde les vas a sacar esa cantidad de dinero al 80% de los automovilistas? O no lo pagarán o sobornarán más. Peor aún, el terquísimo ministro Cornejo ha tenido la genial idea de endurecer las multas manteniendo ese absurdo límite alcohólico tan bajo. O sea, por una cerveza puedes hasta acabar preso. Pareciese que el califa Cornejo desea instaurar un régimen islámico. Un poco más y le corta la mano al que huela a alcohol. Volvamos a la cordura del 0.75 que quitó Toledo (¡todavía quién!) y a multas razonables. No puedes ir contra la realidad. Terminas estrellándote y sin alcohol. 

- Ya me convencí de que éste es un país donde mandan las ONG. Eso de que hay un presidente, un Congreso, un PJ, presidentes regionales, alcaldes, es un cuento. El poder real lo tienen las ONG. Ellas han tenido la fuerza suficiente para volver asesinos a nuestros militares que pararon a Sendero y procesarlos infinitamente. Miren nomás cómo Obama protege a quienes llevaron allá la lucha antiterrorista y cómo la propia Corte Suprema gringa ha blindado a las fuerzas del orden frente a acusaciones de violaciones de derechos humanos. Ellos no apuñalan por la espalda a sus fuerzas del orden, por más errores que se hayan cometido en la lucha contra el terrorismo. 

Ahora las ONG cosechan toda la labor de concientización que han realizado en la Selva -de la mano de muchos curas de la zona- para lavarles el cerebro a los nativos y provocar estas asonadas, que incluso han llegado al extremo de generar impunemente el cierre del Oleoducto Nor Peruano y de casi hambrear a Tarapoto. Pizango no es más que un excelente producto de esas ONG extremistas en lo ambiental que no quieren que se toque el Amazonas para nada y que adoctrinan a los nativos para sus propósitos. Sólo les faltó decir que los chilenos van a comprar la Selva para tener un éxito más rotundo en todo el país. Así, basta con una toma de carreteras y algunas bravatas para que la Comisión de Constitución del Congreso se baje los pantalones y declare a toda velocidad inconstitucional uno de estos decretos, mostrando una cobardía y un deseo de legislar sólo por agradar que provocan vergüenza. Claro que más bochorno me da observar cómo Toledo busca un irresponsable aprovechamiento político de esta situación, ya que eso sí era de esperar de los humalistas, que también han estado metiendo cizaña por allá. Y también sería interesante saber quién más está detrás, pues la Selva está llena de madereros inescrupulosos, narcos, etc.

¿Ya por qué de una vez no dejamos de tener elecciones y les entregamos el poder a quienes realmente mandan, a las ONG? Lenin debió gritar "¡Todo el poder a las ONG!", en lugar de "¡Todo el poder a los sóviets!". 

¡Ernie presidente, el cura Arana primer ministro y Pizango canciller!

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