– La reciente caza de esa alimaña senderista apodada ‘Alipio’ representa en estos momentos un providencial balón de oxígeno para un Ollanta de caída en sondeos y para unos ministros de Defensa e Interior asediados, como son Cateriano (es más, le sería el mejor momento para irse con cierta gloria) y Pedraza.
A falta de un resultado inmediato y positivo en La Haya, este revés senderista tonificará al Gobierno. Felicitaciones por este logro.
– Resulta reconfortante que, en la reciente
encuesta de Datum, aparezcan ‘Reducción de impuestos’ e ‘Incentivos a la
inversión peruana’ como las dos principales medidas que la población
reclama como cambio en la política económica. El extitular del MEF Ismael Benavides tuvo el coraje de rebajar el IGV
en un punto –contra la chilla de tecnócratas liberales y los palabreros
académicos rojicaviares–, y no solo no se cayó la recaudación sino
hasta aumentó. Si este gobierno habla de “industrializar”, pues que
empiece con establecer un impuesto a la renta de 20% en la tercera
categoría para la industria no primaria (solamente Manufactura). Tal
como sucedió con los conciertos, la dinamización que eso generará en la
actividad industrial provocará un alza en la recaudación. Si no saben
gastar, por lo menos vuelvan a poner ese dinero en los bolsillos de los
agentes industriales privados para que generen más empleo. No hay mejor
inclusión social que un puesto de trabajo. El resto es limosna que
degenera en parasitismo.
– ¿Por qué no se instalan servicios diarios
de pasajeros en la ruta ferrocarrilera Chosica-Callao, tal como esos
trenes de cercanías de España o Argentina? Solo habría que montar
paraderos, traer vagones y poco más. Millones serían beneficiados en
poco tiempo y a un costo razonable.
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