Un correazo

– Parece que ese subterráneo apodo congresal de ‘Yejudas’ –por no ser un socio confiable– algo tiene de verdad, a juzgar por el rechazo entre todas las bancadas de acoger a Yehude Simon, quien ha quedado como El Llanero Solitario de esta legislatura.

A pesar del buen negocio que significa engrosar bancadas para aumentar comisiones y poder de negociación, ni el oficialismo le ha dado cobijo. Haber sido filoemerretista, villaranista, premier aprista y aliado pepecuy en una sinuosa carrera política, solo igualada en cambiazos por Anel Townsend y Henry Pease, parece que ya le pasó la cuenta.

 – Por lo visto, no es casualidad que la palabra ‘izquierda’ se inicie con la misma vocal ‘i’ que ‘imbécil’ o ‘infantil’. Estos últimos argumentos zurdos para no pagar la deuda agraria porque hubo apropiaciones de tierras indígenas en la Conquista y en el siglo XIX baten récords de idiotas (otra ‘i’).

– Ayer, el prepotente mandatario ecuatoriano Correa descartó aspirar a una reelección indefinida tras insinuarla. ¡A este no le creo nada! Ojo, que me dicen fuentes apristas que el mismísimo Correa está apadrinando políticamente un apalancamiento financiero –a través de un banco de matriz ecuatoriana– para que la izquierda peruana esté salomónicamente por comprar ya una importante cadena periodística local con vistas a las próximas elecciones regionales y generales (y, de paso, cobrarse la revancha personal por una portada). La ‘nacionalista’ izquierda peruana no le hace ascos a que otros países se metan con su dinero a interferir en la política local, como ya pasó con los pasados aportes venezolanos y brasileños al humalismo (y muy presumiblemente al villaranismo por parte de los segundos).