“Qué tal suerte tener una tía, una tía tan generosa” era el pegajoso jingle de los 70 para promocionar a TÍA (Tiendas Industriales Asociadas), una retail colombiana que operaba en Lima. Ahora Alejandro Toledo canta esa copla con “suegra tan generosa”.
¡Imagínense qué liquidez tendría que tener la
dama para dedicar esos millones a una vivienda y a una oficina dentro
de su portafolio de inversiones! Digamos que haya decidido, y siendo
osados, usar la tercera parte de su cash para este fin. Entonces
hablamos de ahorros mínimos por US$15 millones. Ergo, si somos
malpensados y creemos que Toledo-Karp están detrás, estamos hablando de
una fortuna de ese vuelo. ¿De dónde?
Y no insulten nuestra inteligencia con que la señora maneja millones por las indemnizaciones alemanas dadas a los judíos. La misma Karp contó que su familia era poco pudiente. Otra linda
es el misterio de esa casa en Punta Sal, la que se revende a Toledo a
un menor precio, algo poco creíble. Sería interesante que el caviar
Arbizu se interesase por este caso con el mismo celo que trata otros.
Para empezar, podría pedir información a los paraísos bancarios de
Panamá (donde viajó la señora) y Luxemburgo (donde vive el hermano de
Eliane que fue nuestro fugaz cónsul). Arbizu, trabaje sin sesgo.
PD: Lo que suceda en el matrimonio Gastañadui solo les incumbe a ellos.
Aldo Mariategui.
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