jueves, 11 de julio de 2013

Susana de Toledo


Villarán es cargosa con eso de ser la conciencia moral. Uno no puede menos que carcajearse con su apoyo a la discutible Pilar Freitas, motivada por ese oportunismo político en que se basa su alianza eterna con el toledismo (Villarán hizo todo lo que pudo para bajarse a Castañeda y levantar la candidatura de Toledo).

Ahora esta supuestamente furibunda antifujimorista apoya a la mujer que defendió a Fujimori en su litigio con Susana Higuchi o que fue protagonista del intento de encarcelamiento de una hija de Baruch Ivcher (a ver cómo reaccionan los rojicaviares y sus tuiteritos).


 Y ojalá nos cuente quién le pagó y quién le paga al equipo de Luis Favre (dicen que anda tratándose de un cáncer de garganta, del cual espero que se recupere) en Lima. Ese par de expertos cariocas en publicidad política que están por aquí –monitoreando el gigantesco gasto que Villarán ha dispuesto como publicidad, al disparar esa cuenta al doble de lo que Castañeda gastaba. Ya no se acuerda cuando criticaba al ‘Mudo’ por eso– cuesta buen billete. No quiero ser malpensado, pero no vaya a ser que las constructoras brasileñas estén detrás de este equipo y a cambio de qué. Si se comprueba algo así –y dados los gigantescos montos en obras concesionadas a los brasileños–, lo de Comunicore podría quedar como algo de pájaros fruteros. Advierto nomás. ¿Y qué pasa con D-16, La Primera o LR? ¿No hablan portugués o tampoco le van a echar una miradita a una empresa experta en “gestionar y solucionar” temas ediles?

PD: Un abogado me advierte que en las acciones de inconstitucionalidad se requieren cinco votos favorables para que haya sentencia. Así, Ollanta con Eguiguren, Galindo y Mayorga neutraliza al TC, aunque los otros cuatro votos sean en sentido contrario.

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