– Así como Hitler, que estúpidamente le declaró la guerra a USA tras Pearl Harbor sin tener que hacerlo y se abrió así un tercer frente muy complicado tras no haber acabado con el inglés antes de abrir al durísimo frente ruso, Ollanta acaba de declararle la guerra a otro actor importante tras haberlo hecho antes con el APRA y el fujimorismo.
En toda academia militar te enseñan que hay que evitar como sea la guerra en dos frentes, pues hacerlo sin tener la fortaleza debida es un suicidio. ¡Imagínense en tres frentes! Y Humala no tiene fortalezas: no es popular como Correa o Chávez, no tiene un partido fuerte atrás como Cristina K, no tiene operadores políticos como Evo, Toledo –su principal aliado en el Congreso– está en serios problemas, la economía se le ha enfriado (y se le enfriará más aún con esta gresca)… Y se mete a abrirse otra bronca. ¡Este es un uniformado que ni la más elemental de nociones militares domina! ¿Este es militar? Ahora el peligro es que Ollanta se sienta solo y voltee sus ojos al viejo Partido Militar, adonde sus verdes camaradas. Ya puso a su amigo de Madre Mía al frente del Ejército; eso no huele nada bien. Ojo que estamos dentro de los 10 años del viejo péndulo peruano Partido Civil-Partido Militar…
O que Ollanta vaya a buscar a la izquierda de
nuevo, que esa vieja promiscua, tan pintarrajada de rojo y que le gusta
bailar samba con sus patrones brasileños, recibiría de nuevo a su galán
militar sin hacerse problemas por la pasada patada en el poto. Y
Nadine de lideresa del Partido Nacionalista.
– ¡Qué bien definió Hernando de Soto a Mario
Vargas Llosa hace un buen tiempo atrás! ¡Qué preciso fue! Este vino a
Lima, no habló nada de Toledo y más bien descargó sus venenos.
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