Siempre me llamó la atención lo rápida que salió la sentencia condenatoria a Fujimori tras su alegato final sobre los casos La Cantuta/Barrios Altos: en cerca de una semana ya esta estaba lista y anunciada, a pesar de tratarse de un largo proceso, muy complejo y que tenía el peso de un expresidente como foco de atención.
O San Martín quedaba como un portento moderno de análisis jurídico con esa velocidad de comprensión, razonamiento y redacción, o esto ya estaba decidido y escrito hacía buen rato, y ya con la conclusión de una dura condena. Es más, San Martín se dio el lujo incluso de tener tanto tiempo a su disposición como para agregar a esta sentencia –sin que venga a cuento– el apéndice de que ninguno de los asesinados pertenecieron a Sendero Luminoso (las sendas investigaciones del acucioso Uceda, el marxista De la Rúa y el derechista Álvaro Vargas Llosa dejan serias dudas al respecto). Es con la aparición de estos tres nuevos e-mails, donde presumiblemente se dictan las pautas estructurales desde la Universidad de Alicante a San Martín sobre cómo debe este encarar –desde el saque– el juicio para declarar culpable al procesado, que uno podría explicarse cómo esos sesudos 711 folios fueron conceptuados a la velocidad de la luz tras el alegato final del acusado. Con este nuevo elemento de análisis es que el CNM debe indagar si esta sorprendente rapidez en la emisión de este trascendental fallo no se debió a que San Martín desde el inicio consideró culpable a Fujimori (algo aberrante en el oficio de un juez, que debe más bien presumir siempre la inocencia) y orientó así todos su esfuerzos y coordinaciones para tener anticipadamente una sentencia condenatoria y al máximo en dureza. ¿O Flash es el personaje de comics favorito de San Martín?
No hay comentarios:
Publicar un comentario