He recibido muchas cartas ridículas en mi vida, las cuales archivo y, de vez en cuando, releo para reírme.
Por eso le agradezco al lamentablemente actual líder del MHOL Gio Infante por esa delirante ‘carta notarial’ que envió recientemente y que lleva a las siguientes conclusiones: 1) Gio, al igual que el fallido novelista Faverón (si no lees bien menos escribirás bien…) y ‘La Mula’ Daniel Ávila, carecen de comprensión de lectura. Al hablar yo de ser pionero en apoyar los reclamos gay se infiere que mi caso es distinto y auroral por ser de derecha, heterosexual y haberlo hecho editorialmente. No recuerdo a nadie aquí de esas características realizar algo así en esos momentos. 2) Califiqué de “poquita cosa” a este no por su persona, sino precisamente porque no da para nada la talla para liderar a ese grupo, como sí los antecesores que menciona en su disparatada carta. ¡Gio no es ni una uña de Óscar Ugarteche! El MHOL se merece muchísimo mejores líderes que este o la Ferrari. 3) A un medio no se le manda una carta notarial exigiendo publicación y disculpas (¿?) por lo que aparece en una columna (cuyo contenido le es ajeno), ni a un columnista por sus opiniones personales. Hacerlo es mostrar falta de criterio y amor al exhibicionismo. O peor aún, al ridículo. 4) Este Gio no debería quejarse de que le conceptúe –misericordiosamente– como “poquita cosa” al evaluarlo como dirigente. Quien insulta aquí es él, pues en un tuit (9:26 p.m., 26/05/13) me llamó “rata de alcantarilla”. No sé si le gusta o no la rata a Gio, pero el sapiente Dr. Ghersi tendría aquí una tarea muy fácil por injuria (o hasta difamación). Sin embargo, seré clemente por Navidad. ¡Felices Pascuas, Gio!
PD: mi mejor regalo pascual fue ver ayer en LR ese 15% de aprobación de Villarán.
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