Me temo que el gobierno tendrá que retroceder para llegar a una transacción con los gremios de transporte urbano, pues es la única manera de que el paro golpistoide rojo-chavista convocado por la CGTP y el SUTEP para la próxima semana sea un fracaso y no pase de unas cuantas bullas en el centro de Lima. ¡Muy distinta será la situación si al paro de los sindicalistas comunistas se le suma una huelga de combis!
Además, ya hace tiempo escribí aquí que considero que los transportistas tienen razón: las multas son absolutamente desproporcionadas y ya ese camino lo intentó sin éxito el ex alcalde Barrantes en los 80. Creo que los conductores de combis en general son unos imprudentes que manejan con mucho salvajismo y poco respeto a los demás y las normas -aparte de que en principio abomino de que el Estado retroceda por presión callejera-, pero estas multas astronómicas lo único que van a generar es un aumento descomunal de la corrupción policial y no son la solución.
Esa gente no tiene dinero para pagar esas sanciones y mucho más lógico es mantener multas "pagables" de acuerdo con nuestra condición de país pobre, además que se podrían explorar alternativas como la prisión de unos cuantos días para faltas serias -como manejar ebrio, pero dentro de un límite de alcoholemia sensato de 0.8% y no este absurdo 0.5% actual- en cárceles ad hoc (el preso deberá pagar los gastos de su estadía) y retención del vehículo del infractor por unos días en depósitos o trabajos comunitarios para faltas leves, todo siempre acompañado de multas razonables.
También soy bastante escéptico con que el sistema de puntos funcione aquí, ya que con las justas está caminando bien en una sociedad mucho más ordenada y civilizada como es la española. Eso habría que analizarlo mucho más. Pero insisto en que el gobierno debe arreglar con los transportistas antes del paro, pues es mejor dar un paso atrás para luego dar dos pasos adelante y atender lo urgente, que es detener esta ofensiva golpistoide roja.
Y digo que es golpistoide porque eso se percibe en las actuales intenciones del líder sindical comunista Mario Huamán, que ayer en una columna escrita en el pasquín humalista La Primera y en unas declaraciones a La República se manifiesta sibilinamente a favor de la vacancia presidencial, aparte de mostrar ahora un tremendo amor al chavismo y a Evo Morales. Hay mucho colega que funge de "tonto útil" y sigue pensando que esta ola de agitación intensa es "normal", cuando sus propósitos de tirarse abajo a García son cada vez más claros.
Estos izquierdistas no sacan juntos más de 3% en las elecciones, así que no hay que temerles. Serenidad y firmeza con ellos. Pero también inteligencia y "muñeca" política. Es hora de ser flexibles
-y realistas- con los transportistas para no enfrentar un peligro muchísimo mayor en la semana que se nos avecina.
También sería bueno contar con un nuevo premier y un nuevo ministro del Interior antes de este paro.
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