Bien "Clint Eastwood" este último gabinete, con los "halcones" Rafael Rey en Defensa, Octavio Salazar en Interior y Aurelio Pastor en Justicia. O sea, dos duros al frente de las fuerzas del orden y otro para procesos legales. Y habría que sumar allí la presencia del también "halcón" ministro Chang, que debilitó mucho al otrora todopoderoso SUTEP. Lo que sí cabría esperar es que la nueva ministra de Trabajo, Manuela García, se ponga estricta con la CGTP y depure sus padrones, pues no puede ser que sólo existan en verdad 20 federaciones de 109 declaradas.
Me parece bien que se determine imponer el orden, pero siempre con inteligencia para no caer en la trampa de agudizar contradicciones, tal como quieren los radicales. El conflicto se debe prevenir y abortar. Hay que cumplir los acuerdos firmados. Se debe cooptar a las bases, que siempre quieren soluciones pragmáticas (carreteras, puentes, tractores), alejándolas de los dirigentes ideologizados. Se debe dividir a los inconformes para negociar (no como Simon con Pizango). Se deben dar golpes legales preventivos contra organizaciones radicales como el FACA arequipeño de Jorge del Carpio, el FEDRA andahuaylino de Manuel Allca, el Frente Patriótico de Iquitos, la FDTC cusqueña del intransigente Efraín Yépez, el Frente de Defensa Ayacuchano de Iber Maraví, la ONG Conacami de Miguel Palacín y los del SUTEP-línea Huaynalaya apoyados por extremistas como Félix Lazo (Andahuaylas) y Wilfredo Alejo (Puno). No son más que unos 50 dirigentes a los que metes presos (prácticamente todos tienen procesos penales por delitos serios) y se acaba tanta agitación en provincias. Inteligencia debe tener un mapeo de conflictos, así como la Defensoría del Pueblo. Desalojos y desbloqueos deben ser ejecutados con neuronas y coraje, no a la loca como en Bagua. Se debe concentrar toda la fuerza disponible para actuar en cada ocasión y garantizar el éxito. Se debe repotenciar con equipos disuasivos a la Policía y al Ejército. Se debe poner jefes valientes y capaces al mando. Se le debe devolver la confianza y la autoestima a los subordinados. Se debe evitar que las ONG caviares los asusten con juicios. Dar de una vez la ley de las ONG para controlar los flujos privados hacia éstas (ojalá el ahora titular congresal Alejandro Aguinaga lo ponga en agenda). Se debe mantener la fragmentación de los conflictos y no dejar que éstos se integren. Un comisionado ad hoc y no el Premier debe negociar los conflictos, y no nombrar a un ingenuo "chicheñó" a todo que además quiere ser presidente como Simon. Y Carranza tiene que abrir la bolsa. Y UN y el fujimorismo deben apoyar este esfuerzo por volver al orden. Mano muy dura, pero con más cabeza.
- Como no hay caviares en el gabinete, ya todos éstos salieron a criticarlo sin cuartel. Y se siente cierto tufillo racista y clasista de parte de estos caviares en sus cuestionamientos a Sipán, Premier que felizmente no quiere ser candidato presidencial en el año 2011, como sus dos desafortunados antecesores. Ya eso es bastante positivo, para empezar. No les hagan caso a los caviares. No existen políticamente. Son bulleros y fracasados tigres de papel. ¿Cuántos votos, éxitos y llegada tienen detrás "Rospi", Nelson Manrique, Beto Adrianzén, 0.5% Canseco, los periodistas fujicaviares, Susana Villarán, "Lacan" Bruce, Ernie, Carlos Reyna, Pedraglio, Degregori, Pásara, etc.? Tal como Stalin le respondió crudamente "¿Con cuántas divisiones (de tanques) cuenta el Papa?" a un asesor que le prevenía de la furia papal, uno diría "¿Con cuántos votos o influencia popular cuentan los caviares?". No llegan a las masas. Son blablablá sobrestimado.
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