Ayer la CGTP evidenció nuevamente ser un tigre de papel, demostrando por qué declara 109 federaciones cuando tan sólo, y con las justas, 20 de ellas están activas. Mucha bola se le da a un conglomerado de vándalos del SUTEP y Construcción Civil, amén de unos cuantos "telefónicos". No sé por qué el Ministerio de Trabajo no depura esos padrones y los ajusta a la realidad. Figuran allí fábricas ya cerradas hace muchos años, como Diamante, Manylsa o Inresa. Y ayer también se confirmó en público la alianza de Humala con estos comunistas criollos. Es decir, por un lado tenemos al cura Arana y el otrora PUM de 0.5% Canseco, mientras que por el otro a Ollanta con los moscovitas de la CGTP y los maoístas de Patria Roja del SUTEP. Veremos con cuáles de éstos se van las ONG radicales, tipo Conacami. Los caviares más vivos se acomodarán con Toledo, que parece dispuesto a perdonar sus infidencias.
- Como bien lo señala el experto en marketing Rolando Arellano, la secuela más perniciosa de este absurdo desastre en Bagua -cortesía de la ineficiencia negociadora de Simon y la represiva de Cabanillas. ¡Qué bueno que ya se va este par!- es que una ola de pesimismo ha caído sobre los "animals spirits" (formidable expresión keynesiana) de nuestro sector productivo, cuyo entusiasmo había permitido que salgamos adelante hasta hora más o menos indemnes de esta feroz crisis mundial. Y claro, los más interesados en sembrar el desaliento son los chavistas locales y los rojos, lamentablemente acompañados de los caviares y los
fujicaviares, esos suicidas burgueses acomodados que actúan como "tontos útiles" y tan sólo les gusta remarcar todo lo que sea negativo, sea por antiaprismo, despecho, pose o tanatofilia, sin darse cuenta de que colaboran a que se pierda el gran partido de este siglo que va a definir al Perú en las próximas décadas, que son las elecciones del 2011. Si ese año gana un moderado y se mantiene el actual esquema económico -que está dando frutos y que está redistribuyendo aceleradamente- podremos envejecer tranquilos sin estar temiendo que llegue algún populista al poder, nos hipoteque a Chávez y a volver a vivir la pesadilla de Velasco y su larga secuela (sus efectos duraron hasta 1992).
Por eso, el nuevo gabinete debe volver a insuflar ese precioso optimismo vital, sea estimulando las obras públicas y las inversiones privadas, sea previniendo conflictos con el diálogo oportuno o cortándolos de raíz con el firme correctivo necesario de avizorarse desmanes chavistoides, sea impulsando de una vez la necesaria reforma del Estado, sea "chorreando" algo de dinero en los bolsillos ciudadanos mediante bonificaciones o bajando impuestos (para estimular la demanda). Falta comunicación, mucha comunicación. Como en el fútbol, hay que parar el balón, enfriar el partido, jugar con los pies calientes y la cabeza fría para retomarlo y ganar.
- Soy el primero en criticar a los choferes de combi, pero algunas de estas nuevas papeletas de tránsito son absurdas. ¿Sabían que por estacionarse mal en la ciudad -algo bastante subjetivo en este país tan desordenado- les impondrán S/.426 de multa y muy posiblemente la suspensión del brevete por seis meses? ¡No pues! Esto lo apruebo plenamente en las carreteras, donde mucho camionero irresponsable abandona el vehículo sin luces y luego algún pobre automovilista termina empotrado allí, pero no te vas a ir a ese extremo en la urbe. No todo está señalizado con franjas amarillas y se va a prestar a abusos.
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