A ajustarse los cinturones, pues se viene un paro muy fuerte, donde la izquierda urbana costeña y el radicalismo chavistoide serrano han acumulado fuerzas para reeditar una huelga similar a la del 19 de julio de 1977 y fagocitarse a García. El programa mínimo es bajarse el modelo económico (CGTP), la Ley de Aguas (ONG) y la Carrera Pública Magisterial (SUTEP). El programa máximo es multiplicar el caos para forzar la vacancia, mientras los ingenuos "tontos útiles" insistirán en que no hay complot y en que toda esta inusitada conflictividad social es "normal", como si estuviésemos experimentando una tremenda crisis económica o viviésemos una aberrante dictadura. Una cosa es que haya una comprensible irritación por tanta ineficiencia estatal existiendo dinero y otra estos estallidos seguidos con tanta violencia. Insisto en que mucha de la culpa la tienen Del Castillo y Simon, que acostumbraron a la gente a que sólo se logran cosas con la violencia y sólo se negocia con el Premier. Y ministros inútiles, como Verónica Zavala, que no sembraron pronto de obras al país.
Me imagino que el gobierno tomará medidas cuerdas, como no escatimar recursos con la Policía, buscar apoyo militar en zonas críticas, usar helicópteros para patrullar las ciudades, cerrar tempranito las radios provincianas que incentiven a la violencia, advertir que se despedirá a los maestros y empleados públicos que sean detenidos por revoltosos, arreglar con los transportistas urbanos (y poner movilidad estatal gratuita en cantidad), suspender clases escolares (ese beneficio laboral de S/.20 me parece muy poco) y sacar cuanto antes la ley que controla a las ONG. Si hay transporte y seguridad pública desde temprano en los tres conos, ningún paro cuajará en Lima. El partido aquí se juega de 4 a 8 a.m. Son las cuatro horas cruciales. Después posiblemente habrá alguna algarada en el Centro, pero el gas lacrimógeno (incluso mejores son los diarreicos. ¡Allí sí todo el mundo se va!) hace maravillas con los vándalos.
- Ya el hondureño Zelaya obtuvo ayer el muertito que quería con ese teatral e irresponsable intento de regreso. Gracioso que un presidente de Ecuador proteste por el "golpe" de Honduras, cuando en su ejemplar país han depuesto a Mahuad, Bucaram y Lucio Gutiérrez, además de que el propio Correa cerró un Congreso y un TC y ahora está ahorcando a los canales de tv. Gracioso que la peronista Kirchner proteste, cuando su Partido Justicialista le organizó un "golpe blanco" -con saqueos y bloqueos- a De la Rúa. Gracioso que Manuel Zelaya intente volver a Tegucigalpa en un avión venezolano (ya no tiene dignidad siquiera para ocultar que es un títere chavista), entregado por el sátrapa de Caracas, ese gorila impresentable. Gracioso que Cuba, una dictadura manejada por los seniles hermanitos Castro, diga que Micheletti es un tirano. Gracioso que D'Escoto, ex canciller del sandinismo en sus horas más negras, ahora clame desde su puesto de burócrata de la ONU. Gracioso que Evo Morales, que quiso alumbrar una Constitución desde un cuartel y que se cargó una Corte Suprema y un TC, se llene la boca ahora. Gracioso que los rojos y chavistas locales que quieren tirarse abajo a García aquí sean los que más defiendan la "constitucionalidad" de Zelaya.
Pero tal vez lo más gracioso sea que Meche Cabanillas pretenda seguir en el gabinete y encima tenga el cuajo de "recibir" este viernes el "Corazón Policial", la máxima insignia de ese cuerpo, después de la hecatombe policial ocurrida en Bagua por su gigantesca ineficiencia.
¡Ja,ja! ¡Qué horror!
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