Todo indica que este curioso ingreso de la Sunat a la gestión del Canal 5 va a tener una vida muy efímera. Según varios expertos consultados, la base legal es ínfima, pues no existe la figura del "administrador tributario", amén que esta medida colisiona con los procedimientos normales del PJ. No porque uno le deba dinero a la Sunat ésta puede ponerte un gestor para administrar tu empresa y cobrarse. Ni hablar. La Sunat puede embargarte para reclamar lo suyo, pero no intervenirte así. Con esa política, la Sunat pasaría a gerenciar miles de firmas y el superintendente Velarde pasaría a ser el empresario más importante del país, en esta suerte de estatización disimulada. No pues. Es que además de no tener un sustento legal sólido, la medida choca con dos principios básicos: el derecho de propiedad y la libertad de expresión. Lo primero porque el Grupo Schütz es el dueño del canal, nos guste o no, al margen de todo el barro que lo cubre. Quitarle la emisora de esta manera es un atropello a la propiedad por donde se le vea (ya suficiente broma macabra fue aquella de nombrar a Don Genaro como el administrador judicial, con la bendición política del ahora locuaz Toledo). Distinto sería que el Estado le hubiese -tiempo atrás, bajo Toledo- retirado la licencia de la señal por los delitos de corrupción y la hubiera licitado. Eso hubiera sido una medida justa. Pero ese logo, ese inmueble, esas máquinas, esas antenas, en fin, todos esos activos son del Grupo Schütz. Así como los pasivos. Por eso lo lógico hubiera sido que los Schütz hubiesen entrado tras la salida de Don Genaro y que recién allí la Sunat se hubiera entendido con ellos o les hubiera embargado hasta el último tornillo. Pero esta intervención previa es una evidente maniobra para impedir que un propietario, por más cochino y repudiable que sea, asuma lo que ES SUYO.
Y esto de intervenir de una manera tan sui géneris a un medio de comunicación afecta evidentemente la libertad de prensa, pues suscita inseguridad, origina peligrosos precedentes y despierta una ola de justas sospechas. Nadie quiere una posible "Apramericana TV" y eso ha provocado un rechazo unánime en la oposición. No, la verdad que no le veo mucho futuro a esta medida, así que espero que el gobierno recapacite, retroceda pronto y le devuelva la emisora a sus legítimos propietarios, por más antipático que suene. Después si quieren que la Sunat les embargue los activos, las cuentas, la señal, etc. y los venda para cobrarse o los deudores lleven el canal a Indecopi y se arreglen allí entre ellos o se diseñe una arquitectura de venta a terceros que cautele el pago de los caudales públicos que se adeudan (¿acaso no se fomentó eso con el Canal 4? A mí me encantaría que nos entregasen Panamericana TV de la misma forma tan ventajosa -también otra vez con la bendición política del ahora locuaz Toledo- como hicieron con América TV con El Comercio y La República . ¡Ese sí que fue un lindo regalito!). Pero no hagan esta criollada, al margen de la gente de primera que ha puesto su mejor intención para que este problema se resuelva. Así
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