miércoles, 10 de junio de 2009

Sobre Borge y Vildoso

¿Las ONG de Derechos Humanos (Ernie, Ronald, Soberón, etc.) se van a pronunciar sobre la denuncia hecha por el líder misquito acerca de las atrocidades que habrían sido cometidas por el embajador sandinista Tomás Borge, la cual recogemos hoy? ¿O se van a quedar calladas porque es de izquierda? ¡Apuesto a que se quedarán calladas!

- ¿Acaso el rimbombante Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Indepa) no es un programa nacional que depende del Ministerio de la Mujer y la titular de esa cartera no era hasta el día de ayer la ahora renunciante Carmen Vildoso? ¿Acaso en su "Misión" no se lee: "Ser el Organismo Público especializado y reconocido como líder en la promoción, protección, defensa y articulación del desarrollo cultural, económico y social de los pueblos andinos, amazónicos y afroperuanos, afirmando su identidad cultural"? ¿Qué hizo Vildoso -quien ahora se aleja cuando las papas queman- con este organismo "nativista" de su pliego para procesar los conflictos en la Selva desde que éstos se originaron? ¿No era Vildoso entonces la interlocutora natural y el Indepa el foro autorizado con los nativos dentro del gabinete? ¿Y alguien escuchó al titular del Indepa, Mayta Cápac Alatrista, durante esta crisis? Es fácil callarse y después quitarse.

- Es que quien se acuesta con caviares acaba mojado. Se advirtió que meter caviares al gabinete no sólo garantizaba ineficacia sino también deslealtades. ¿No se acuerdan cómo se portaron de mal con Toledo, cayendo incluso en infidencias? Esta salida de la ministra Vildoso del gabinete es absolutamente deshonrosa. Si estaba en desacuerdo con medidas estrictas para poner orden en la Selva, pues se debió ir antes, pero no abandonar el barco ya en plena crisis, portándose pésimo con su mentor Yehude Simon, al que no se le puede escatimar que ha mostrado grandeza y hombría al poner el pecho y no correrse para enfrentar la vorágine. Esta dimisión dice muy poco de ella. Bueno, no se perdió gran cosa. Nunca estuvo a la altura del cargo y pasó desapercibida.

- Napoleón decía que uno puede hacer lo que quiera con las bayonetas, menos sentarse encima de ellas. Desde el comienzo hemos apoyado -y seguimos apoyando- la mano dura en la Selva porque un país no puede ser manejado a punta de bloqueos, amenazas, degollamientos y lanzas, pero también reclamamos la ausencia de los actores políticos elegidos (presidentes regionales y congresistas) en procesar estas demandas dentro del sistema (pero no yendo a mentir a los nativos para incitar a la violencia, como lo hizo Yaneth Cajahuanca), dejándole la puerta abierta a las ONG radicales y a manos negras externas, que empujan a abominables aventureros como Pizango. Por fin vemos acciones al respecto, desde la tomada por el presidente regional de San Martín, que acude al TC con su queja, hasta esta acordada suspensión momentánea de los decretos en cuestión para perfeccionarlos (no derogarlos. ¡De ninguna manera! ¡Aquí no deben mandar las flechas ni los degollamientos!).

- ¿Por qué el humalismo no corrigió el simple error formal que cometió -falta de apoderado- cuando acudió al TC en enero? ¿Por qué el congresista ollantista Daniel Abugattás se demoró desde setiembre para analizar la constitucionalidad del D.L. 1090 en la subcomisión que presidía?

- ¿Por qué los policías repiten errores como moverse en grupos pequeños por terrenos abruptos y ser fácilmente rodeados o rendirse mansamente apenas se les acerca una turba, a pesar de poseer potencia de fuego adecuada (¡38 fusiles AKM no son poca cosa!)? ¿Por qué sufren estrepitosas derrotas y muchas bajas cada vez que ocurre un "Moqueguazo", lo de "Pómac" o el "Baguazo"?

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